Con cuanta pena hablan unos de la muerte y con cuanta rabia desprecian a otros que hablan de la vida eterna. Esto es, por versículos bíblicos como este:

1ª Corintios 15:21

21 Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos.

¿Qué culpa tenemos de creer en otra vida después de esta, garantizada por fe? ¿No hay gente que sueña con mundos de extraterrestres y creen en fantasmas? ¿Por qué perseguir y ridiculizar a aquellos que creen que Jesús es él Mesías y que tras tres días de muerto, resucitó para salvar nuestras almas aceptándole como cordero inmolado?

El mundo es curioso, dependiendo de donde te críes y aprendas de tu entorno, se forma en ti una fe concreta, pero es sabido que muchos que no nacieron en tierras cristianas, han adquirido estas enseñanzas de Jesús, El Cristo. Ósea que ya seas de España, La India, Rusia o Pakistán, la palabra de Dios es entendida como acta de fe en una creencia estable y digna de llevar.

Escusas y mala gente existirán como aquellos fariseos que incordiaban a Jesús, reprochándole que sanaba enfermos en Sábado, el que no quiere entender que existe un perdón y santidad en Jesucristo como puente hacia Dios, es un ser que quizás no ejercita la fe, la esperanza en que después de muerto este nuestro cuerpo, resucitaremos un día con Cristo.

Refuerzo estas líneas con unos versículos del libro de Juan que dijo Jesús:

Juan 14:11-13

11 Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras.

12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores hará, porque yo voy al Padre.

13 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo