No sé cuántas veces, pero creo son unas cuantas las que preguntamos ¿quién somos?, ¿quién soy? Luego nadamos en libros, estudiamos nuestro entorno, en la historia humana, y es curioso que no haya más que  ruinas, fósiles, reliquias, huellas del pasado, pero nada de quienes somos. Hasta que nos topamos con un versículo del Pentateuco, que dice…

Génesis 1:26-27

26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.

27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.

¡Un momento! ¿Qué Dios dijo hagamos al hombre a nuestra imagen y conforme a nuestra semejanza? ¡Guau! Un ser divino, ni más ni menos que un Dios, decide crear al origen de la humanidad, no se vosotros, pero entre Los Héroes de Marvel, Harry Potter y otros ficticios,no me avergonzaría de creer en un Dios presentado a los judíos hace más de 5000 años y que heredamos los cristianos tras fundarse el cristianismo, seguidores del Mesías llamado Jesús, proclamado hijo de Dios, que resulta que en la expresión hagamos a nuestra imagen… ¿pudiera referirse a Jesús? ¿A quién le dice DIOS: “hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza”? una pista la podemos encontrar en otro versículo del Nuevo Testamento

1ª Juan 5:7

7 Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno.

Habló Dios con  El Hijo (Verbo)  y con El Espíritu Santo, recordemos que La deidad de DIOS es conformada por El Padre, El Hijo y El Espíritu Santo.

¡Creo! ¡No creo! ¡Que dilema! Para los que creemos no tanto.

A imagen y semejanza de un Dios, de Dios, buen comienzo de la humanidad.