El fiel ejemplo

Un fiel ejemplo son los hechos, las acciones que nos determinan como seres humanos, ante ellos somos etiquetados, ya que nos delatan para bien o para mal.

Ya puedes hacer mil acciones buenas que si te pillan matando un gato, se te va la divinidad a los suelos. Somos juzgados por  cientos de ojos que nos observan, critican, valoran o solo toman nota.

Desde el más puritano (bueno, ese que se lo cree), pasando por el que no te pasa ninguna falta (debe de creerse un dios) nuestra vida pasa de boca en boca, de crítica en crítica y ante tanto humo no se llega a ver las buenas acciones.

Con tanta crítica, tanto juicio y perjuicio, tendemos a olvidar el lado bueno de las cosas.

(Lucas  6: 36 – 38)

36 «Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo.

37 No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados.

38 Dad y se os dará; una medida buena, apretada, remecida, rebosante pondrán en el halda de vuestros vestidos. Porque con la medida con que midáis se os medirá.»

Sin duda, el juzgar emborrona las buenas acciones de muchas personas y hablando de personas…

Algunas personas parecen dar mucho, constantemente, y otros parecieran tacaños a la hora de dar algo a su prójimo, quizás sea así o quizás no ¿tú lo sabes? Conoces  a ciencia cierta que el que da más es el que ostentosamente trae ropa, comida, dinero, muebles o esa otra persona que solo trajo unos zapatos.

Tenemos en El Nuevo Testamento un ejemplo, que nos hace pensar mucho en el valor de lo que damos:

dos-monedas-de-la-viuda(Marcos. 12.41-44)

21  Levantando los ojos, vio a los ricos que echaban sus ofrendas en el arca de las ofrendas.

2 Vio también a una viuda muy pobre, que echaba allí dos blancas.

3 Y dijo: En verdad os digo, que esta viuda pobre echó más que todos.

4 Porque todos aquéllos echaron para las ofrendas de Dios de lo que les sobra; más ésta, de su pobreza echó todo el sustento que tenía.

No juzguemos a otros humanos porque no compartan tu creencia en un Dios, porque su visión de la vida no es aceptada en la tuya, quizás hoy tú crees estar en lo más alto de la sabiduría y quizás mañana necesites la ayuda de ese al que aborreces porque simplemente necesitas ayuda.

El fiel ejemplo lo vemos en cientos de personas que en sus diferentes credos, ideologías, color de piel, lengua, determina algo por encima de ellos mismos, los hechos.

Un fiel ejemplo son los hechos, las acciones que nos determinan como seres humanos.

Quizás no vaya a tu iglesia, no tenga religión alguna, pero sus hechos son un fiel ejemplo.

(Marcos 9:38-40)

38 —Maestro —dijo Juan—, vimos a uno que expulsaba demonios en tu nombre y se lo impedimos porque no es de los nuestros.

39 —No se lo impidan —replicó Jesús—. Nadie que haga un milagro en mi nombre puede a la vez hablar mal de mí. 40 El que no está contra nosotros está a favor de nosotros.

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