Tu fe te ha salvado

Cuando tenemos fe, un poder inunda nuestro corazón, nos acrecienta delante de la adversidad y nos dispone a hacer aquello que sin fe posiblemente ni imaginaríamos hacer.

La fe (del latín fides) es la seguridad o confianza en una persona, cosa, deidad, opinión, doctrinas o enseñanzas de una religión. También puede definirse como la creencia que no está sustentada en pruebas, además de la seguridad producto en algún grado de una promesa (según apuntan algunos/as en La Wikipedia). https://es.wikipedia.org/wiki/Fe

Una serie de rutinas nos hace tener fe de que todos los días saldrá el sol o al menos algo de su luz en días nublados, tras experiencias también creemos con fe que usando con maestría movimientos en el agua flotaremos e incluso nadaremos sin más problema que el cansancio. Pero eso no es del todo fe, ya que antes hemos visto, oído, experimentado y la fe es creer en aquello que aún no se ha manifestado en todos nuestros sentidos o se ha mostrado en algún momento de nuestra existencia.

Fe es creer que tocando a una persona a la que consideras especial, santa, te vas a sanar y es un ejemplo que podemos leer en El Nuevo Testamento de la Biblia, en el libro de Lucas 8:43-48

43 Pero una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía doce años, y que había gastado en médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada,

44 se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; y al instante se detuvo el flujo de su sangre.

45 Entonces Jesús dijo: ¿Quién es el que me ha tocado? Y negando todos, dijo Pedro y los que con él estaban: Maestro, la multitud te aprieta y oprime, y dices: ¿Quién es el que me ha tocado?

46 Pero Jesús dijo: Alguien me ha tocado; porque yo he conocido que ha salido poder de mí.

47 Entonces, cuando la mujer vio que no había quedado oculta, vino temblando, y postrándose a sus pies, le declaró delante de todo el pueblo por qué causa le había tocado, y cómo al instante había sido sanada.

48 Y él le dijo: Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz.

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Algo que pudiera ser imposible o improbable, se materializa en una realidad, primero creemos en ello, nos llenamos de valentía y actuamos en consecuencia manifestando esa fe. Como resultado al final es manifiesta la obra de nuestra fe.

No siempre la fe va acompañada de hechos inmediatos, incluso algunos actos de fe van ligados a más allá de esta vida, por lo cual su manifestación será una incógnita para los vivos y por fe un hecho para los que esperan en una vida después de la muerte.

Efesios 2:8-9

8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe.

Juan 11:25-26

25 Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.

26 Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?

También es buena la fe en vida, en AUPO tenemos fe en que  muchas personas pueden cambiar su situación socio-económica, que con amor al prójimo, perseverancia y apoyo de muchos voluntarios y donaciones de cualquier tipo, el que padece, pasa por malos momentos, puede remontar y prosperar en una nueva y digna vida.

AUPO agradece cuanto aportáis desde vuestras casas entregando muebles viejos o ropa, electrodomésticos, lámparas, sillas y tantos artículos que podrían acabar en un contenedor, pero que en buenas manos se reciclan llegando a un rastro generando beneficios tanto al que vende como al que compra repercutiendo luego en aquellos que necesitan de ese fruto compartido.

AUPO abre el abanico no solo a reciclar muebles cedidos por altruistas voluntarios, si no que además trabaja realizando mudanzas, trasportes, limpieza de lonjas, pisos, desvanes, trabajos de pintura que reportan un beneficio que derivan en ganancias para el que solicitó nuestro trabajo y a aquellos que recibirán parte de ese dinero en ayudas para remontar, integrase en la sociedad.

AUPO tiene fe en un mundo mejor, en que las personas pueden mejorar en positivo, que nuestro esfuerzo pueden dar fruto y que vuestras ayudas os bendecirán, como traerán nuevas cosas enriqueciendo vuestras vidas.

En AUPO os deseamos como posiblemente hizo Juan en el libro de 3 Juan 1:2

2 Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.

Nuestro deseo es que prosperéis en todas las cosas, tengáis salud y que lo más espiritual, vuestro interior, corazón y alma prospere igualmente.

Gracias por vuestra ayuda.

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