Perdonado

1d1fdos-el-es-fiel-y-justo-para-perdonar-nuestros2No es la primera vez que veo a una persona que después de pecar y ser perdonado por Dios y sus hermanos en la fe, sigue taciturno, dolido por su faltas pasadas, esa actitud es tan pecaminosa como seguir pecando, ya que, si una vez has sido perdonado ¿Quién te acusa delante de Dios? ¿Por qué entonces baja la cabeza recordando que ha caído otra vez?  Uno de los motores que mantienen la estructura de  una iglesia es el perdón, en el que se asienta una de las promesa de Cristo.

1 Juan 1:9 “9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. “

Pero seguimos teniendo gente que se sienten inferiores una vez que fue descubierto su pecado y aun arrepintiéndose, no termina de remontar a un estado de plenitud de vida.

Efesios 4:32

32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.

El pecado esta en nosotros desde los tiempos en los que los primeros padres cayeron en él, una de las cosas que hacemos los humanos -parte de los primeros años de vida- es jugar, caernos, fallar, volver a caer, jugar en ocasiones sucio y según vamos madurando, perfeccionamos nuestras relaciones con los demás, aplicándonos leyes para poder convivir en paz. Si, durante esa etapa nos hemos hecho cicatrices, moratones, manchado las ropas que nuestras madres luego lavaban, sufridas, aceptando que se reconoce que todo se perdona en el campo del juego ¿Por qué cuando somos cristiano y pecamos, nos la damos de duros, no aceptando que el pecado ya no está, que se abre ante nosotros un nuevo mundo limpio delante de Dios y de nuestros hermanos ?

Estas son garantías que tenemos ante nuestro señor Jesucristo.

Proverbios 17:9

El que cubre la falta busca amistad;

Más el que la divulga, aparta al amigo

Mateo 6:14-15

14 Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial;

15 más si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.

Así que, si después de ser perdonados, alguno nos acusa de aquellos pecados, es que no es un buen hermano y menos un amigo.

Jesucristo no es un producto de limpieza donde limpia todo y limpia bien como aquel jabón Ariel, hay un proceso de arrepentimiento y de perdón, de nada vale perdonarnos a nosotros mismos usando un jabón que nada tiene que ver con el arrepentirse y estar a bien con nuestra comunidad de hermanos cristianos. Los auto lavados de pecado secretos son meros parches de un problema que ha de salir al menos a la luz de Cristo. Que nos libren también de aquellos que ven pecados por todas partes. Nos ceñiremos a las sagradas escrituras y no ha pomposos críticos de  lo ajeno.

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